La exposición Inori, de la artista Nobu Takehisa, hace un homenaje a las monjas clarisas que vivieron en clausura conventual del Real Monasterio de Santa Clara y, de manera implícita, a las comunidades indígenas y campesinas de Colombia. La muestra consta de dos series de obras: una serie de esculturas creadas en fique, exhibidas en forma ascendente en el centro de la nave, y otra serie de pinturas que fusionan la técnica del sumi-e japonés con la forma de pintar con fique en lugar del pincel. A través del uso del fique una fibra que la artista asocia con el uso del wara en Japón del pincel tradicional. De esta manera, se establece un diálogo entre las tradiciones ancestrales y coloniales de Colombia y las tradiciones ancestrales de Japón. . Nobu Takehisa, es una artista japonesa que ha utilizado el fique para crear instalaciones artísticas. Sus primeras obras consistieron en agrupaciones o acumulaciones de lazos de varios calibres tinturados, con los que representó la selva. Posteriormente, comenzó a experimentar con las fibras escarmenadas, y en este proceso de manipulación descubrió que de las fibras de fique se desprende una sensación de bienestar, como si todavía vibraran con energía vital.
Las dos series conforma la exposición Inori están elaboradas con fique, una planta nativa de la cordillera de los Andes y el material de las esculturas y la herramienta con la que pinta sobre el papel de arroz.
La primera serie la conforman las quince columnas con forma de cuerpos con horma de humo, hechas de fique, con este material, Takehisa representa a las doncellas clarisas, les da forma escarmenado el fique, desenredándolo y separándolo delicadamente, transformándolo en una especie de humo de incienso en lugar de fibra vegetal.
La segunda serie de esta muestra la componen trece pinturas en papel chino y pigmento mineral sumi. Takehisa se inspira en la técnica japonesa del sumi-e, que utiliza tinta negra y pinceladas precisas. Sin embargo, la artista utiliza fique en lugar del pincel, lo que le da mayor libertad creativa. Además, combina la tinta negra con colores vibrantes para lograr una amplia variedad de tonalidades, desde negros profundos hasta grises claros, así como una gama de colores primarios. La incorporación del fique y la combinación de los materiales muestra la habilidad y creatividad única de la artista, fusionados con materiales naturales por su fuerte vínculo con la naturaleza como un reflejo en sus creaciones.
La artista complementa estas series con una muestra de libros con sus creaciones, donde se incluyen dibujos, textos de su autoría y colaboraciones. Además, se complementa con fotografías que documentan su experiencia en su vida como artística.
Takehisa ama trabajar con el fique. Para ella, esta fibra es una fuente de alegría, emoción que concibe como una forma de libertad, una representación de las clarisas, un homenaje que no sólo honra a las doncellas, sino también a las comunidades indígenas y campesinas colombianas, reconociendo su valioso aporte al patrimonio cultural del país. De esta manera, su obra no solo tiene un valor estético sino también un valor simbólico y cultural muy importante. Un ejemplo de cómo el arte puede ser utilizado para crear conciencia sobre temas importantes y celebrar la diversidad cultural e histórica entre la cultura japonesa y la colombiana.
La muestra estará abierta al público desde el jueves 15 de junio, hasta el domingo 30 de julio de 2023, en los horarios habituales del Museo (martes a domingo, 9:00 a. m. a 4:30 p. m.). La acompañarán actividades de la agenda educativa y cultural, como talleres con inmersión en el fique y recorridos guiados.
Sobre la artista, Nobu Takehisa.
Nobu Takehisa, artista japonesa, estudió Historia Moderna en la Universidad Sophia, de Tokio. Tiene una Maestría en Pintura de la Universidad Nacional de Colombia y un diplomado en Arquitectura del Paisaje de la Uniagraria, de Bogotá. Con una carrera que inició en la década de 1980, su obra se ha exhibido en museos y galerías de todo el mundo y forma parte de colecciones privadas en Colombia y Japón, países entre los que divide su tiempo y actividades.
A lo largo de su carrera artística, ha colaborado en la imagen de proyectos editoriales como Alturas de Machu Picchu y Libro de poemas de Pablo Neruda, publicados en 1966 en Tokio, Japón. También ha publicado escritos de su autoría en los que involucra sus obras artísticas, uno de ellos es Una pintora que vuela, publicado en 2011 en Yokohama, Japón.